“LOS ADIOSES IRREMEDIABLES”, DE GLORIA OLIVA

 

Gloria Oliva, ganadora de los prestigiosos concursos de poesía Tomás Morales y Pedro García Cabrera, nos regala una nueva obra poética donde la sombra de su madre cubre la puerta de entrada. Esta aparece en la fotografía de la solapa, con la autora de pequeña. Ya nos mete en la atmósfera de la infancia, de los recuerdos, del amor. Y cuando comienzas a leer, nos golpea con un magnífico verso de Salvador Novo, del cuál extrajo el título del libro: «y en cuyos roperos dejamos la crisálida de los adioses irremediables».

Pues, ya preparada para el combate, debo reconocer que siempre pierdo. Me desarma con sus versos.

Les dejo con el primer poema, página 11:

EL VAIVÉN DE LOS COLUMPIOS

                    ¡Acaríciale. Anda! Pero no vaya a saber

                    que lo haces porque yo te lo ruego.

                                                               César Vallejo

De él aprendí a batir el aire

y ahora solo contemplo la sombra

que mece a un niño viejo.

Me enternece su olvido, su absoluto silencio,

ese pantalón gris con los rotos que han hecho

los volantazos del tiempo.

Ya no puedo despedirme, ni siquiera me acuerdo.

Déjalo que asuste a las palomas y aplaste a las hormigas.

Quizás los años nos engañen y me siga queriendo

como si no hubiera muerto.

Pero cuando lo veas solo y quieto,

porque se enmarañe en sus recuerdos,

acaríciale, anda, porque yo te lo ruego.

©Gloria Oliva

La autora consigue no dejarte indiferente con versos llenos de metáforas y emoción como en la página 20: [En estas tardes roncas de paredes heladas / se enreda el agua de lluvia con los llantos de las madres]; o en la página 40: [Te creció la impertinencia / cuando la soga rodeaba tu cuello]. En este último poema de la página 40, titulado ‘Loca’, presenta una gran dosis de ironía, que muestra, algo que no es fácil, el poder creativo que tiene la autora con la utilización adecuada de las palabras:

LOCA

Tras la puerta cerrada dejaste todos los vestidos.

Te creció la impertinencia

cuando la soga rodeaba tu cuello.

Yo canté para que saltaras:

el cochecito leré

me dijo anoche leré.

Entonces supe que aquel había sido

mi último ataque de ternura.

©Gloria Oliva

Este libro, además de buenos poemas, contiene ilustraciones en tinta china de la propia autora. Un poemario muy recomendable bien editado en Fuerte Letra, en 2023.

¡No te lo pierdas!