“LA DESNUDA RAÍZ DE LA ROSA”, DE SILVIA RODRÍGUEZ

 



Compré el último ejemplar que quedaba en la Librería Canaima, debo decir que tenía mucha curiosidad por este libro de Silvia Rodríguez, con el que ganó el último Premio de Poesía Pedro García Cabrera (los que me conocen saben por qué). Bueno, lo diré aquí, ambas éramos finalistas y juntas nos vimos en la gala de premios en enero de 2025. Ella ganó y yo me di un paseo con la familia a Tenerife, lo cuál no estuvo nada mal. Anécdotas aparte, aquí vamos a lo que vamos, a reseñar el libro de la poeta canaria. No es el primer libro que leo de ella, yo creo que es el cuarto; y tampoco el primero que reseño.

Entrar en este poemario es como si andáramos a cámara lenta en una antigua habitación llena de bellos objetos y flores secas, y nos detuviéramos en cada uno de esos objetos. Un libro que parece que se detiene en el tiempo, que describe la lentitud del momento. Eso me sugiere, con una traducción poética, la autora es capaz de leer la belleza y escribirla en el papel. Es verdad que, a veces, cansa un poco la fórmula de escritura similar que tiene durante todo el libro. Es uniforme: tres estrofas, versos largos, libres. La misma receta, sin puntuación. Pero aparte de eso, tiene versos potentes, imágenes bellas que te hacen disfrutar de la poesía.

Así en la página 22, nos regala estos versos: [alguien enloquece se queda en medio de la calle / no pasan coches ni cantan los pájaros / solo cae alguna colilla humeante / como un meteorito de soledad amarga].

O el poema de la página 24, donde, con bellas metáforas, nos recuerda un pasado lleno de música, donde la familia se reunía alrededor de un piano para disfrutar de diferentes momentos de celebración, un cumpleaños, por ejemplo.


METRÓNOMO


siempre estaba en la esquina del piano

un convidado más a las veladas de marfil

testigo de una felicidad pretérita


dentro de tu cuerpo robusto conservas

la lágrima seca de una sonata sedienta

el compás metálico de una risa espontánea

la canción briosa de un tiempo ejecutado


ya nadie levanta el fieltro para un cumpleaños

un preludio un nocturno una fuga de Bach

eres la máquina del tiempo muerto

el emboscado entre las notas de nuestra música


©Silvia Rodríguez


Se nota cuando una poeta trabaja bien con la palabra (algo nada fácil) y nos regala versos como estos, página 33: [y los maniquíes hablan su lengua de charol / la madrugada es un viejo carruaje de caballos / que transporta nuestros cuerpos vencidos / a un lúgubre paraje donde blasfema el poeta].


Un libro de 53 poemas, publicado en Tenerife por la fundación CajaCanarias, premiado por un jurado de prestigio: Elsa López y Tina Suárez, poetas consagradas. Para los que les gusta leer buena poesía, les recomiendo que se acerquen a este poemario.


Y, otra vez, quiero felicitar a la autora (ya lo hice en persona) por este nuevo premio en su haber. ¡¡¡Mucha suerte con este libro!!!

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