Rebeca
Abrió los ojos
y se vio dándole el sí quiero
al pasado.
Llevaba un vestido prestado
con las iniciales de otra bordadas,
y entre las manos, un ramo de ortigas.
La música que le acompañaba,
bien podía ser un réquiem,
quiso llorar…
pero ya le caía la tierra encima.
© Mar Zeraus
Del libro: "Los versos de un acomodador en paro". Puedes escucharlo aquí con el réquiem de Mozart
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