“COMO PASA EL AIRE SOBRE EL LOMO DE UNA BESTIA”, DE PEDRO FLORES
Conseguir este libro, ya descatalogado, ha sido una pequeña hazaña. Se ha convertido en una muesca, de otra presa más, en mi rifle, como cazadora de buenos libros. Mi vicio por tener todos los libros de este poeta se está convirtiendo en mitomanía, y es que tenerlos y leerlos es uno de esos placeres para los amantes de la buena poesía. Si algo tengo claro es que un libro de Pedro Flores no te va a defraudar, y eso no tiene precio.
Como pasa el aire sobre el lomo de una bestia es el título del libro que ganó en 2013, el XXVII Premio Internacional de Poesía “Antonio Oliver Belmás”. Un premio prestigioso de la ciudad de Cartagena que se celebra cada año, con un jurado literario de renombre. Editado por Tres Fronteras ediciones, en diciembre de 2014.
Pedro Flores es el autor más galardonado en Canarias, es una eminencia de la poesía, con más de treinta premios y libros a sus espaldas. Y sin embargo, no tiene una calle, ni una sala de una biblioteca, ni siquiera un banco donde sentarse tranquilo a echarle migas de pan a todos los pájaros que escaparon de su cabeza. Y esto no es una apología, bueno sí, sí lo es, ante la ceguera o ignorancia de los políticos y promotores culturales que no lo han puesto en el lugar que se merece, para que la sociedad canaria conozca su literatura, por lo menos en el mismo grado como se reconoce fuera. Un poeta laureado, con un alto conocimiento literario, profesor honesto con su alumnado, creativo, prolífico, que debería estudiarse en las aulas de primaria, secundaria y en la universidad. Y después de estas líneas intensas (disculpen si me dejo llevar por el entusiasmo), entramos en el libro actual.
Este poemario, de 82 páginas, juega con frases populares que todos hemos escuchado alguna vez, y que, con un arte propio, el autor las convierte en poemas. Hechos cotidianos, tratados con un rico lenguaje poético, llenos de belleza que conmueven, como por ejemplo:
POÉTICA
Todo empezó cuando mamá,
mirando las puntas de los lápices
decía:
si gastas ahora todos los colores,
no podrás pintar más árboles,
ni más tigres, cuando te lo pidan.
Y tracé bosques calcinados
por rayos que nadie veía,
sigilosas fieras a las que bastaba ser
dos radiantes ojos en la noche.
©Pedro Flores
La pobreza, el hambre, el paso del tiempo, la familia son constantes y vitales en la poesía de este autor.
Encontramos también versos cargados de ironía, trabajados de forma inteligente, como en el poema “Cosas del suelo”, “Efecto mariposa” o “Materia de poesía”.
Es un libro lleno de tesoros, les dejo otro poema:
PATRIA
No amo mi patria
J.E. Pacheco
Yo detestaba oír cantar a mi madre
mientras tendía la ropa.
Por qué cantaba si aquellas prendas zurcidas
conservaban aún los gestos de sus difuntos
como el pellejo usado de una víbora
guarda el miedo del ratón.
Detestaba que se pusiera sobre el mantel
un cubierto para una muerta
que no se había ganado su hambre.
Ha pasado el tiempo, veloz como la dicha;
esa ropa ondeando en la canícula
como la bandera de una república de espectros,
el repicar de las cucharas
en el fondo de los platos
como una sonda lanzada al bajío
desde la proa de un barco fantasma,
son ahora la divisa y el himno sagrados
del ínfimo, prescindible país, de mi memoria.
©Pedro Flores
Bestial, como el aire que pasa entre los versos de este libro o como el aire que te falta tras leerlo. Totalmente recomendable.
Me declaro su fan nº1, el resto que se ponga a la cola en esta república de espectros, je je.
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