“DIOS TAMBIÉN ES UNA PERRA”, DE MARÍA PAZ GUERRERO

 


Primera impresión: 

Este libro, publicado en mayo de 2023, por la editorial Torremozas, mezcla poesía con relato camuflado en prosa poética, algo que no termina de gustarme. Si busco un libro de poesía, quiero leer poesía. Aunque quiso camuflarla en un tipo de poesía sin signos de puntuación, con estrofas en verso libre y estrofas de prosa poética, siento que falta la traducción al lenguaje poético. Parece que redacta en pasos lo que hace Dios, y estoy hablando del primer poema, por ejemplo, página 11, hay una correlación de secuencias propias de la narrativa: [cuando sale a la calle ve basura montañas de basura acumulada en las esquinas un indigente que saca comida vieja de una bolsa otro que está dormido en mitad de la acera…]. Lo siento, pero no veo la poesía. El tema puede ser muy poético, pero no está traducido al lenguaje poético. 

Segunda impresión:

A pesar de esa primera impresión, seguí leyendo y me fue imbuyendo en una atmósfera cautivadora, con algunos versos llamativos e irreverentes (algo que le sienta muy bien a la poesía) como en la página 13: [dios tiene dos pecados / no hablar el idioma de los grandes y ser dios]; o en la página 16: [a dios lo dejaron solo de niño]; en la página 19: [dios no sabe puntuar], por eso escribe sin signos de puntuación, algo que le da mayor desorden a la lectura. En este primer y largo poema, que abre el libro, podemos observar que usa todos los adjetivos en masculino, menos perra. Lo que me llamó la atención para comprar el libro fue el título, no había leído antes nada de esta autora colombiana.

La línea del libro cambia cuando acaba ese primer poema que dura 13 páginas del libro. Se vuelve más ameno y también más poético. Los poemas tienen un tono ecológico hablando del Amazonas, del imperialismo, de las granjas, del sentimiento de parcela que sufren los animales. Así en la página 41, encontramos estos versos: [los zapatos de caucho son brasas / las suelas se derriten / y dejan una huella negra impresa / un rastro de petróleo / en la calle].

En la página 43, hay un ejercicio de traducción al lenguaje poético, algo que he echado en falta, en un poema que empieza así: [busca legumbres repletas de mañana].

En general, me ha gustado. Reconozco que he echado en falta mayor imaginación poética, pero la autora, con su forma de escribir, provoca una atmósfera que te hace disfrutar de la lectura.

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