“SI TÚ ME DICES VEN LO DEJO TODO… PERO DIME VEN”, DE ALBERT ESPINOSA.

Hoy ha sido un día de esos que amanecieron oscuros, a pesar del sol crujiente, en que los párpados hinchados demuestran que no has pasado una buena noche. Uno de esos días que quieres que duren mucho para poder olvidar el lunes y el trabajo. Vas dando tumbos por la casa, con un pegajoso dolor de cabeza, con la mirada perdida en el limbo de los pensamientos y golpeando con los dactilares, y sin música, todas las superficies planas llamadas mesas. Y no sabes qué hacer… A pesar del dolor de cabeza, decides que debes leer un rato para relajarte (nunca falla). Pero... qué libro. No quieres coger el que tienes en la mesa de noche que se te ha atragantado en la primera hoja, ese en el que tenías puesta toda tu fe. Así que te vas al cajón de las pinturas, y coges un esmalte azul y te pintas las uñas. Algo que no haces desde hace décadas. Cuando se te secan, te acuerdas de Pitufina y pones cara de horror, pero te las dejas y no sabes por qué… porque sabes que te durarán poco y hoy no tie...